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Los calamares a la romana son un plato tradicional de la cocina española. Consiste en calamares (también conocidos como chipirones o calamares pequeños) rebozados y fritos en aceite caliente hasta obtener una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Es un plato muy popular y se suele servir como aperitivo o como parte de una comida informal.

La preparación de los calamares a la romana es relativamente sencilla. Los calamares se limpian y cortan en anillas, y luego se pasan por una mezcla de harina, sal y pimienta. A continuación, se fríen en aceite caliente hasta que adquieran un color dorado y crujiente. Se suelen servir acompañados de rodajas de limón, que se pueden exprimir sobre los calamares para agregar un toque cítrico antes de comerlos.

La denominación «a la romana» se refiere a la técnica de rebozado y fritura utilizada en la cocina italiana, aunque los calamares a la romana son un plato muy popular en España y se encuentran en muchos bares y restaurantes de todo el país. Se suelen disfrutar como una deliciosa opción de tapa o como parte de una fritura mixta de mariscos.

Los calamares a la romana son apreciados por su textura crujiente por fuera y su carne tierna por dentro. El rebozado les proporciona un sabor suave y agradable, y se pueden sazonar con sal, pimienta u otros condimentos según el gusto personal. Se suelen comer con las manos y se pueden disfrutar solos o con salsas como alioli, mayonesa o salsa tártara.

En resumen, los calamares a la romana son una deliciosa especialidad española que consiste en calamares rebozados y fritos hasta obtener una textura crujiente. Es un plato popular y versátil que se puede disfrutar como aperitivo o como parte de una comida informal, y es apreciado por su sabor y textura distintivos.

Receta de calamares a la romana

  • 500 gramos de calamares (chipirones)
  • 1 taza de harina de trigo
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra al gusto
  • Aceite vegetal para freír
  • Rodajas de limón (para servir)

Instrucciones:

  1. Limpia los calamares: Retira las cabezas, los tentáculos y las vísceras de los calamares. Luego, corta los cuerpos en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. Lava las rodajas de calamar y sécalas con papel de cocina.
  2. Prepara el rebozado: En un plato hondo, mezcla la harina de trigo con sal y pimienta al gusto. Puedes ajustar las cantidades según tus preferencias de sabor.
  3. Reboza los calamares: Pasa las rodajas de calamar por la mezcla de harina, asegurándote de que queden bien cubiertas por todos los lados. Presiona suavemente para que el rebozado se adhiera correctamente.
  4. Fríe los calamares: Calienta abundante aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente (aproximadamente 180°C), agrega las rodajas de calamar rebozadas, procurando no sobrecargar la sartén. Fríe los calamares por ambos lados hasta que estén dorados y crujientes, lo cual tomará alrededor de 2-3 minutos por cada lado.
  5. Retira los calamares y escúrrelos: Una vez que los calamares estén fritos, retíralos de la sartén y colócalos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
  6. Sirve los calamares a la romana: Acomoda los calamares en un plato y sírvelos caliente. Puedes acompañarlos con rodajas de limón, que puedes exprimir sobre los calamares antes de comerlos para añadir un toque de frescura.

Los calamares a la romana son deliciosos cuando se sirven recién fritos y crujientes. Puedes disfrutarlos como aperitivo, como parte de una tapa o incluso como plato principal acompañados de una ensalada fresca. ¡Disfruta de esta deliciosa especialidad!